Tras
el duro traspié extrafutbolístico debido al polémico VAR, impuesto
por la Conmebol y mal ejecutado por el arbitraje. Pero también en
gran medida futbolístico, por la contundencia de un implacable
Lanús, que no desperdició la oportunidad y apabulló en 25 minutos
a un equipo deslucido, apático y entregado…Por esta y por otras
razones, Marcelo Daniel Gallardo tiene su ciclo
cumplido en River Plate.
El Muñeco es
un gran estratega, inteligente, astuto y trabajador, pero erró
muy feo el planteo táctico del martes;
sin embargo, en la conferencia de prensa brindada
este viernes, no hizo autocrítica sobre su mal
formada escalación y jamás reconoció
su equivocación en las substituciones de jugadores en el
segundo tiempo.
Los
periodistas “alcahuetes” presentes en la rueda de prensa
de ayer, a lo mejor por “bajada de línea” de sus superiores, no
se animaron siquiera a cuestionarlo. Como si fuera algo consensuado
por esos medios monopólicos “lamebotas”; los cronistas
utilizaron eufemismos y elogios grandilocuentes por la retórica
“rebuscada” del entrenador. Eso explica la desmesurada
popularidad de Gallardo, que cuenta con la protección mediática y
la sobrevalorización de esa prensa obsecuente.
Por si fuera poco,
Gallardo no aprendió de los errores cometidos en Bolivia, con
Wilstermann. Al contrario, volvió a cometerlos, esta vez con Lanús,
parando mal al equipo en el campo de juego, con la última línea muy
adelantada; demostrando ingenuidad y terquedad.
Para colmo, la
equivocación mayor de Gallardo no son los planteos tácticos
erróneos en la cancha, son las pésimas contrataciones y
la falta de planificación para puestos importantes como
el de arquero.
En River, Gallardo
tiene potestad para elegir futbolistas; prerrogativa solamente ejercida por él. Si bien el mánager Enzo
Francescoli le acompaña en las
decisiones, es Gallardo el que tiene la última palabra y la
voz de mando.
El Muñeco avaló la
compra de jugadores rotos, viejos, malos y caros. Algunos de
nacionalidad uruguaya y otros del club Banfield, que no rindieron
lo esperado. Desde que está esta gestión, presidida por Rodolfo
D`Onofrio, River es el club argentino que más gastó en
adquisiciones de jugadores. 50 millones de dólares
destinados a incorporaciones es una
fortuna de dinero a la basura.
Hay un montón de
desaciertos: Iván Rossi, Iván Alonso, Pedro Javier Saviola, Pablo
César Aimar, Luis Lucho González, Julio Chiarini, Tabaré Viudez,
Arturo Mina, Nicolás Domingo, Germán Lux, Enrique Bologna, Joaquín
Arzura, Carlos Auzqui, Santos Borré, Milton Casco, Luciano Lollo,
Marcelo Larrondo, Ariel Rojas y Nicolás Bertolo.
Cabe resaltar que
los logros internacionales más importantes de Gallardo, fueron em
2014 y 2015, gracias al equipo heredado, que dejó
muy bien armado Ramón Ángel Díaz, antes de irse.
Haciendo
un paralelismo con el legado de Ramón Ángel Díaz. Este año aquí
en Brasil, el técnico multicampeón Tite dejó el Corinthians para
asumir el seleccionado brasileño. Asumió en su lugar en el "timão" Fábio Carille, que está disfrutando este año del equipo heredado
que dejó muy
bien armado Tite.
Una mancha de Gallardo fue apostar tanto tiempo por un arquero sin
condiciones como Augusto Batalla. Tengo la sensación que él cometió
tres groseros errores de interpretación. Minimizó sus falencias y
se encaprichó en mantenerlo como titular, a pesar de las abundantes
críticas; pero también subestimó el puesto de arquero, cuando en
realidad, es un puesto clave y determinante.
Aunque, la peor
mancha de Gallardo, en estos tres años y medio de director técnico,
fue repatriar al arquero Germán Lux y ponerlo al arco en una
instancia tan decisiva de la Copa Libertadores, como fue este
semestre. Algo incomprensible. Cuando todo el mundo pedía por un
arquero de jerarquía, él trajo a uno de los peores arqueros de la
historia del club.
Ojalá que el
técnico que le reemplace, no sea tan arrogante y autosuficiente como
es el Muñeco. Que en lo posible sea alguien surgido del club y
conozca mucho los pasillos del Monumental.
Ramón
Ángel Díaz, Eduardo Chacho Coudet, Manolo Eduardo Berizzo, Diego
Martín Cocca y Pablo Hernán Lavallén, ya tienen suficientes
pergaminos. Germán Adrián Ramón Burgos, Roberto Fabián Ayala,
Hernán Jorge Crespo y el propio Enzo Francescoli, son desafíos a
futuro.