Tras la muerte de Alberto Andersson, la polémica jueza de Alem, Selva Raquel Zuetta, aceptó dejar en libertad al intendente del municipio de Arroyo del Medio, Cristóbal Barboza, a cambio de una caución de medio millón de pesos. Por ese aparente mal desempeño de su función, “la jueza Zuetta debería ser destituida”.
Para quienes no están al tanto de lo sucedido... Semanas atrás (el pasado 19 de junio), por la ruta nacional 14 y a pocos quilómetros de Alem, hubo un accidente de tránsito envolviendo a dos vehículos, uno conducido por el citado intendente comunal y otro por Alberto Andersson, quien dejó de existir en el acto a causa del fuerte impacto.
Barboza, procesado por el delito de homicidio culposo agravado, presentaba en el momento del accidente un total de 2,14 miligramos de alcohol por litro de sangre y las pericias determinaron que la camioneta Toyota Hilux que conducía el alcalde avanzó sobre el carril contrario y chocó frontalmente contra el Ford Fiesta en el que viajaba la víctima fatal.
Pero a pesar de la terrible pérdida sufrida por la familia Andersson, lo más lamentable de todo fue el accionar de la jueza en cuestión que permitió el excarcelamiento de la máxima autoridad institucional de Arroyo del Medio a pesar de estar comprobadamente alcoholizado en el momento del triste percance...
Recuerdo cuando trabajaba como locutor de radio en Alem y mis oyentes siempre eran críticos con esa jueza por su controvertido trabajo en el Juzgado de Instrucción Número 5, supuestamente procediendo a favor de los corruptos y delincuentes y en contra del interés común y del ciudadano honesto.
En su tiempo -aunque no prosperaron- hubo pedidos de jury político hacia la mencionada magistrada por demorar y no investigar las causas, por prevaricato (mal desempeño) y por encubrimientos en ilícitos penales y hechos policiales, entre otras cosas. Sin embargo, esas denuncias nunca prosperaron “porque tal vez tenga padrinos políticos importantes o a lo mejor sea funcional a un esquema de justicia corrompido”.
Para concluir, hago una petición a las autoridades misioneras en general (tanto al gobernador Hugo Mario Passalacqua como a sus colaboradores) y a las de Alem en particular (tanto al intendente Diego Horacio Sartori como a los integrantes de su equipo): “Es hora de que tomen cartas en el asunto y recurran a las autoridades pertinentes para que las mismas penalicen a esa jueza por incompetente y al intendente infractor como corresponde”. No lo pido yo únicamente, sino que también lo pide el ciudadano decente y especialmente la familia de quien fuera en vida Alberto Andersson.