River Plate durante estos siete años de la gestión de Rodolfo D'Onofrio sigue comportándose como un club ejemplar. Por tal motivo, indudablemente esta gestión exitosa de D'Onofrio contraría a los intereses políticos, mezquinos, antojadizos y mafiosos de la impresentable AFA y su Liga Profesional, que de profesional tiene solamente el nombre.
Esta gestión institucional riverplatense está en las antípodas de la AFA, que cambia absurdamente los criterios de un campeonato en pleno desarrollo del mismo sin respetar el reglamento. Además, sin criterio alguno, la AFA decidió suprimir los descensos, suprimir las tarjetas acumuladas, romper contratos de transmisión de partidos con cadenas televisivas, etc.
En cambio D'Onofrio y los integrantes de la comisión directiva de River Plate no solo consiguieron encauzar las finanzas, sino también erradicar a las barras y desendeudarse de las gestiones de José María Aguilar en dos mandatos y de Daniel Alberto Passarella en un mandato. Por si fuera poco, no conformes con todo lo que ya hicieron, en estos momentos D'Onofrio y compañía están abocados a una obra costosa, como es la restauración del estadio Monumental.
Yo vivo en Brasília, pero estar distante de la Argentina no me impidió seguir de cerca todo lo que pasó en las últimas horas... Fue así: River Plate había pedido formalmente autorización a la Liga Profesional hace quince días (el 16 de octubre) para jugar como local en el River Camp de Ezeiza.
Para los que no conocen aún el River Camp, les aclaro que es un predio de entrenamientos formidable, ideal e inmejorable para jugar en este tiempo de crisis económica (para economizar) y de pandemia del coronavirus (para improvisar, ya que no hay presencia del público); así como lo hace el Real Madrid en su predio de entrenamientos, cuando disputa por la Liga de España, por citar un ejemplo en el mundo.
Hoy domingo 01 de noviembre debía jugar River Plate en River Camp contra Banfield por la primera fecha del certamen doméstico. Para tal ocasión, la dirigencia de River Plate había acondicionado el campo de juego de forma impecable, había montado el escenario con carteles de la Liga, la iluminación, los sanitarios, las cabinas de transmisión por radio y televisión, entre otros. El club recibió el visto bueno de los responsables de la cadena de TV que transmitiría el encuentro. Asimismo, recibió el visto bueno del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, quien recorrió las instalaciones del River Camp. Por si fuera poco, River Plate también recibió la aprobación de los organismos de seguridad y del municipio de Ezeiza. Para colmo, River Plate ya había pagado el operativo policial para hoy. ¡Estaba todo en regla! ¡River Plate invirtió dinero y tiempo e hizo todo lo que le correspondía como institución!
No obstante, insólitamente, cuando restaban apenas 24 horas para jugar el partido, el club fue notificado un día antes del choque con Banfield por los integrantes de la Liga Profesional, que no estaba habilitado el citado predio y que debía buscar otro escenario para jugar como local.
No hay dudas, que en el país del revés, en el cual se hace mal todo, el equipo ejemplar es destratado.
En conclusión, River Plate sufre una persecución política por hacer bien las cosas.