Mientras las autoridades políticas locales y provinciales, se hacen las desentendidas y no escuchan el reclamo popular; la jueza del Juzgado de Instrucción N º 5 de Leandro N. Alem, Misiones, Selva Raquel Zuetta, continúa en su cargo hace 25 años -desde 1993- como si nada hubiera pasado; a pesar de las innumerables irregularidades que habría cometido en su gestión, período en el cual cuantiosos marginales habrían sido favorecidos con la impunidad. Por lo cual, amerita un juicio político y posterior destitución de la citada magistrada, que ahora está de vacaciones. La gente está indignada con la supuesta impericia del poder judicial a su cargo...
Leandro N. Alem es un escondite predilecto para el hampón, el sicario, incluso el asesino serial (serial killer); porque ellos tienen el amparo de un poder judicial ausente, que no condenaría a los culpables y no resolvería el esclarecimiento de homicidios, mucho menos robos (con violencia) y hurtos (sin violencia).
Esta semana ganó repercusión en las redes sociales un raid delictivo perpetrado por dos hermanos residentes en el barrio Iguazú, llamados Miguel Figueredo (22) y Pablo Figueredo (25); quienes habrían cometido cuantiosos robos con agresividad y morbosidad hacia los vecinos; principalmente a mujeres desprotegidas y ancianos indefensos.
Esta semana ganó repercusión en las redes sociales un raid delictivo perpetrado por dos hermanos residentes en el barrio Iguazú, llamados Miguel Figueredo (22) y Pablo Figueredo (25); quienes habrían cometido cuantiosos robos con agresividad y morbosidad hacia los vecinos; principalmente a mujeres desprotegidas y ancianos indefensos.
Es tanta la indignación de los vecinos, que ahora piensan en armarse para frenar a los violentos. Lea la nota, por favor...
La solución a este lío, que ya lleva mucho tiempo, es nominar a un nuevo juez en reemplazo de Zuetta. Pero, para que esto suceda, las autoridades políticas locales y provinciales, deben tomar la fuerte decisión de hacer un enjuiciamento contra la jueza y su posterior destitución.
¡Ojalá que Dios bendiga a esta ciudad y se realice este acto de justicia popular!