Insólitamente, Conmebol reconoció hace pocas horas que cometió un grave error administrativo al permitir que el mediocampista de River Plate, Bruno Zuculini, participara sin restricciones en encuentros de la Copa Libertadores 2018; cuando dicho jugador no podía haber jugado; ya que aún adeudaba partidos de suspensión, a raíz de una expulsión ocurrida en 2013. Esta polémica genera sospechas de todo tipo y hace que la decadente Confederación Sudamericana de Fútbol, esté cada vez más desprestigiada.
Por falta de comunicación de Conmebol, al no informar correctamente a sus asociados qué jugadores están aptos e inaptos para jugar; surgieron controversias, acusaciones cruzadas y varias denuncias contra clubes por malas inclusiones de jugadores en la Copa Libertadores; pero, los clubes no son responsables de los mamarrachos que hace Conmebol. Lo cierto es que si Conmebol fuera organizada y transparente; jamás sucederían estos repetidos escándalos. Por eso, los clubes no deberían ser punidos por errores administrativos de Conmebol.
Dicho mea culpa de Conmebol por informar erróneamente sobre el mediocampista Bruno Zuculini, marca ahora un precedente. Y en razón de este precedente, de ahora en adelante merecen ser revisados los fallos desfavorables a Chapecoense de Brasil y Temuco de Chile; sancionados injustamente recientemente. Los citados clubes, sumados al Santos de Brasil; jamás deberían ser sancionados; ya que el propio organismo responsable de organizar eventos internacionales incurrió en error; porque desinformó a los clubes mencionados por falencias en el sistema COMET.
Para esclarecer el tema, hay un sistema de la Conmebol a través de su software llamado COMET; donde aparecen todos los datos y la situación de cada jugador. Estas incongruencias, son del sistema del propio organismo que organiza las competiciones continentales, no de los clubes sudamericanos.
En definitiva, ningún equipo debería ser perjudicado, sancionado o eliminado; por la falta de organización y la falta de transparencia de Conmebol.