Reírnos de nosotros mismos es "lo mejor". Si aún no adoptamos esa manera de ser, intentémoslo. ¡Vale la pena estar libres de equivocaciones!
Soy de mi querido pueblo: Gobernador López; pero desde 2008 estoy domiciliado en Brasil, tierra de oportunidades y mi lugar en el mundo; por eso, tengo dupla ciudadanía: argentina-brasileña. Vivo en Sobradinho, Brasilia (capital del país). En 2018 me gradué en Licenciatura en Letras: Español-Portugués, en Brasilia (con posgraduación). Antes, me formé en el exterior en Periodismo Deportivo. Prefiero enseñar antes que informar y oriento al alumno a pensar por sí mismo, sin repetir informaciones.
martes, 25 de abril de 2017
martes, 18 de abril de 2017
La barbarie del fútbol deshumaniza a la gente
Una vez en Posadas, Misiones, en una clase de Periodismo Deportivo, un profesor de Semiología, me dijo que “la barbarie del fútbol deshumaniza a la gente”. Al principio, me impresionó esa revolucionaria afirmación del educador... pero con el tiempo, le di la razón. Lo ocurrido este fin de semana en Córdoba, con el hincha de Belgrano Emanuel Balbo, fallecido al ser arrojado al vacío por la propia hinchada de su club; deja en evidencia y al descubierto la afirmación del profesor; pero también la ausencia de la Nación para contrarrestar y esclarecer hechos de violencia en el fútbol.
De ahora en adelante, ese nefasto antecedente del joven de 22 años muerto, debe replantear la política deportiva del país. Es decir, el Estado de una vez por todas, debe actuar. Para que todos digamos: ¡Basta de violencia en el fútbol! La Nación debe hacer su trabajo y dejar “de lavarse las manos”.
Es cierto que la sociedad es violenta y el fútbol es un reflejo de la sociedad. Pero es deber del Estado, buscar mecanismos para resistir y combatir la violencia social. Para eso, se necesita aplicar la ley, con policías y jueces más rigurosos.
Todos sabemos que en el fútbol hay negocios turbios, que los “barrabravas” son la violencia extrema y hacen el trabajo sucio para los políticos. Que los futbolistas tienen sueldos exorbitantes que insultan el intelecto del pobre trabajador que gana un salario mínimo. Que el fútbol es distracción de masas utilizado por la élite como opio para al pueblo... Pero alguien “debe poner una cascabel al gato”. Y ese alguien es el Estado, que está completamente ausente en la toma de decisiones.
Con el hincha de Belgrano muerto, hay un sinfín de irregularidades del sistema judicial del país; porque el presunto autor intelectual del asesinato de Balbo (Sapo Gómez); tiempo atrás, ya habría matado a un hermano menor de la víctima, tras una “picada” de autos que fue mortal. El violento, gozaba de impunidad y estaba libre, a pesar de supuestamente haber cometido un asesinato al volante en desmedro de un adolescente, que curiosamente era hermano del joven fallecido.
Yo como hincha de River, estoy indignado en ese mismo sentido, aunque en otra circunstancia; porque el jueves último, dos hinchas de mi querida institución, quienes iban en un tren de la línea Belgrano Norte, desde Vicente López rumbo al Monumental, para presenciar River Plate-Melgar por la Copa Libertadores; fallecieron enigmáticamente al caerse a las vías del citado ferrocarril. Cinco años atrás pasó lo mismo con la misma vía Belgrano Norte. También murieron misteriosamente dos hinchas de River, por los mismos motivos. Ambos se dirigían al Monumental para festejar un acontecimiento riverplatense llamado “la bandera más larga del mundo”. Pero nunca se supo nada al respecto. ¿Taparon todo? ¿Fueron arrojados al vacío? ¿Algún fiscal investigó lo que pasó? ¿Qué pasa que nadie habla de lo sucedido? ¿Hay “gato encerrado”?
Para encerrar, debo hacer la misma comparación que hago siempre. Acá en Brasil donde resido, la policía militar actúa diferente con relación a mi país natal; reprimiendo con ferocidad a los violentos del fútbol. Además los jueces son “mano dura” con los “barrabravas”. ¿Por qué en Argentina no pasa lo mismo?
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